martes, 9 de noviembre de 2010

Claros ejemplos...

Los ejemplos mas claros de una investigacion cientifica son, la biotecnología y la genómica, cuyos apologistas prometen grandes avances para la humanidad, pero, paradójicamente, desprecian e ignoran las protestas que en todas partes del mundo se están dando, por ejemplo, a la fabricación y comercialización de alimentos transgénicos. De acuerdo con la visión elitista y dictatorial del experto en ciencia, no puede equipararse la opinión de uno de ellos, con la de un campesino que de ciencia no sabe nada y que por tanto no tiene nada que opinar sobre genes, transposiciones, resistencia a antibióticos o síntesis de vitaminas. Al mismo tiempo, situándose como juez y parte, considera deleznable cualquier otra forma de conocimiento tradicional, por ser "no científica" .

Esta manera de hacer ciencia es una característica poco mencionada de los sistemas totalitarios. Una sociedad verdaderamente democrática es, entre otras cosas, una en la cual la población es capaz de comprender lo que es la ciencia, sus teorías y sus conclusiones, no una sociedad en la que 95 por ciento o más de sus integrantes son obligados a aceptar pasivamente las conclusiones de la ciencia, en nombre de un "progreso" del que usualmente nunca disfrutan.

Cantinflas Show 13 - Edison

http://1031tensai.blogspot.com/

ciencia y tecnologia en la salud

En el ámbito de la salud es necesario ampliar el concepto de salud pública, desde un enfoque necesariamente multidisciplinario, y en el ámbito de la ciencia es preciso visibilizar el trabajo de las mujeres científicas, hasta hoy oculto. En este sentido, las tecnologías de la información se revelan como un elemento clave en la formación de redes de mujeres que luchan por evitar la discriminación de género.
Hay dos aspectos importantes a destacar: en primer lugar, las particularidades biológicas, clínicas y sociales de mujeres y hombres y, en segundo, la supuesta neutralidad en la creación del conocimiento científico.
La salud de las mujeres, al igual que la mayoría de cuestiones relacionadas con el cuerpo femenino, ha sido silenciada a menudo. Es cierto que se ha investigado desde el punto de vista reproductivo, pero la salud es mucho más: incluye la salud mental, la salud laboral, el sida, las drogodependencias, la educación sexual, los trastornos de la conducta alimentaria, el estrés y todos aquellos obstáculos psicosociales que limitan a las mujeres en el disfrute de una vida de calidad.



Diego Pintle.

ciencia y tecnología: ni buena, ni mala...

"[...] la dimensión social de la Revolución de la tecnología de la información parece obligada a seguir la ley de la relación entre tecnología y sociedad propuesta hace tiempo por Melvin Kranzberg: 'La tecnología no es buena ni mala, ni tampoco neutral'. Es en efecto una fuerza, probablemente más que nunca bajo el paradigma tecnológico actual, que penetra en el núcleo de la vida y la mente. Pero su despliegue real en el ámbito de la acción social consciente y la compleja matriz de interacción de las fuerzas tenológicas desatadas por nuestra especie, y la misma especie, son una cuestión que ha de investigarse, más que una fatalidad por cumplirse."

Manuel Castells, La era de la información: Economía, sociedad y cultura. La sociedad red (vol I).

y el falsacionismo...

Karl Popper es punto de referencia obligado entre los padres de concepciones filosóficas que explican el desarrollo de la ciencia, puesto que su tesis supuso un fuerte giro en la forma de entender la metodología, ostentando una importante significación en el contexto de la moderna caracterización de la ciencia. Gonzalo Angulo (1983) dice de él que “de entre los filósofos y científicos del primitivo Círculo de Viena, sobresale Karl Popper, probablemente el metodólogo más influyente del presente siglo, que representa además el lazo de unión de las concepciones epistemológicas tradicionales con las modernas”.
El falsacionismos surge en 1935 con la publicación de la obra “La lógica de la investigación científica” del filósofo K. Popper. La influencia de esta concepción metodológica ha sido fundamental en el campo de la filosofía de las ciencias sociales y de la economía en particular. Este autor critica el método inductivo y en general cualquier método que sea partidario de aplicar un criterio de verificación empírica de las teorías. En primer lugar, crítica el método inductivo, hasta el punto que se ha llegado a decir que la falsación es la antítesis del inductivismo (Pheby, 1988, pág. 24). Este autor apunta que se comete con frecuencia el error de identificar a las ciencias empíricas como aquéllas que emplean el método inductivo. Popper rompe con la racionalidad aparente de este método: “Desde un punto de vista lógico, dista mucho de ser obvio que estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de enunciados singulares, por elevado que sea su número, pues cualquier conclusión que sacamos de este modo corre siempre el riesgo de resultar algún día falsa” (Popper, 1962, pág. 27). A este respecto Blaug (1985, pág.30) parafraseando las palabras de Popper nos explica que la inducción desde casos particulares hasta la formulación de una ley universal exigirá un salto ilógico de pensamiento , lo que podría llevarnos a conclusiones falsas, aunque nuestras premisas fueran verdaderas.
En segundo lugar, Popper critica el principio de verificabilidad, su razonamiento consiste en plantear que por muchas pruebas que tengamos para apoyar una teoría, nunca podemos estar seguros de que la siguiente observación no será incompatible con ellas. De esta forma, una contrastación basada en observaciones particulares, aunque éstas sean muy numerosas, lo único que hace es no refutar la teoría, pero no demuestra que sea verdadera. En este sentido, Popper afirma: “Las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos elegir una criterio que nos permita admitir en el dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse”

La Perspectiva de Popper

Epistemología
Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en su obra, ahora clásica, La lógica de la investigación científica, cuya primera edición se publicó en alemán (Logik der Forschung) en 1934. En ella el filósofo austriaco aborda el problema de los límites entre la ciencia y la metafísica, y se propone la búsqueda de un llamado criterio de demarcación entre las mismas que permita, de forma tan objetiva como sea posible, distinguir las proposiciones científicas de aquellas que no lo son. Es importante señalar que el criterio de demarcación no decide sobre la veracidad o falsedad de una afirmación, sino sólo sobre si tal afirmación ha de ser estudiada y discutida dentro de la ciencia o, por el contrario, se sitúa en el campo más especulativo de la metafísica. Para Popper una proposición es científica si puede ser refutable, es decir, susceptible de que en algún momento se puedan plantear ensayos o pruebas para refutarla independientemente de que salgan airosas o no de dichos ensayos.
En este punto Popper discrepa intencionadamente del programa positivista, que establecía una distinción entre proposiciones contrastables (positivas), tales como Hoy llueve y aquellas que no son más que abusos del lenguaje y carecen de sentido, por ejemplo Dios existe. Para Popper, este último tipo de proposiciones sí tiene sentido y resulta legítimo discutir sobre ellas, pero han de ser distinguidas y separadas de la ciencia. Su criterio de demarcación le trajo sin querer un conflicto con Ludwig Wittgenstein, el cual también sostenía que era preciso distinguir entre proposiciones con sentido y las que no lo tienen. El criterio de distinción, para Wittgenstein, era el del "significado": solamente las proposiciones científicas tenían significado, mientras que las que no lo tenían eran pura metafísica[cita requerida].
Era tarea de la filosofía desenmascarar los sinsentidos de muchas proposiciones autodenominadas científicas a través de la aclaración del significado de las proposiciones. A Popper se le encuadró en dicha escuela cuando formuló su idea de la demarcación, pero él mismo se encargó de aclarar que no estaba de acuerdo con dicho planteamiento, y que su tesis no era ningún criterio de significación (Popper siempre huyó de cualquier intento por aclarar significados antes de plantear teorías). Es más, Popper planteó que muchas proposiciones que para Wittgestein tenían significado no podían calificarse como ciencia como, por ejemplo, el psicoanálisis o el marxismo, ya que ante cualquier crítica se defendían con hipótesis ad hoc que impedían cualquier refutación.
Lo cierto es que Popper era consciente del enorme progreso en el conocimiento científico que se experimentó en los siglos que le precedieron, en tanto que problemas como la existencia de Dios o el origen de la ley moral parecían resistirse sin remedio, puesto que no mostraban grandes avances desde la Grecia clásica. Por ello, la búsqueda de un criterio de demarcación aparece ligada a la pregunta de ¿qué propiedad distintiva del conocimiento científico ha hecho posible el avance en nuestro entendimiento de la naturaleza? Algunos filósofos habían buscado respuesta en el inductivismo, según el cual cuando una ley física resulta repetidamente confirmada por nuestra experiencia podemos darla por cierta o, al menos, asignarle una gran probabilidad. Pero tal razonamiento, como ya fue notado por David Hume, no puede sostenerse en criterios estrictamente lógicos, puesto que éstos no permiten extraer (inducir) una ley general (universal) a partir de un conjunto finito de observaciones particulares. Popper supera la crítica de Hume abandonando por completo el inductivismo y sosteniendo que lo primero son las teorías, y que sólo a la luz de ellas nos fijamos en los hechos. Nunca las experiencias sensibles anteceden a las teorías, por lo que no hay necesidad de responder cómo de las experiencias particulares pasamos a las teorías. Con ello, Popper supera la polémica entre empirismo y racionalismo, sosteniendo que las teorías anteceden a los hechos, pero que las teorías necesitan de la experiencia (en su caso, de las refutaciones) para distinguir qué teorías son aptas de las que no.

Otro lado de la ciencia contemporanea

 La concepción capitalista del mundo, basada en la fragmentación del mismo en partes pequeñas y "esenciales", fomenta un desarrollo científico basado cada vez más en las superespecializaciones. Se supone, según esta concepción, que el mejor científico es aquel que es autoridad indiscutible en una pequeña parte del saber, quedando entonces la comunidad científica dividida en miles de especialistas, tan profundamente conocedores de su área, que nadie que se sitúe fuera de ese pequeño campo será capaz de rebatir sus conclusiones.

Sin embargo, esta forma de desarrollar la ciencia tiene como consecuencia negativa una fragmentación enorme del conocimiento. Los científicos, entre más especializados estén en una mínima fracción del conocimiento del mundo, son poco capaces de comprender gran cosa de lo que se lleva a cabo en áreas que no son la suya; las consecuencias de los descubrimientos en otros campos les son frecuentemente desconocidas, pero lo más importante: la sociedad, que en su mayoría posee un conocimiento superficial de la ciencia y su quehacer, se ve desplazada no sólo del conocimiento científico mismo, sino de las decisiones sobre lo que se debe hacer en ciencia. Esa es tarea exclusiva de los que "entienden" de ciencia, de los pocos seres con esta capacidad de "evadir" los prejuicios e ideologías y comportarse objetiva y neutralmente frente al mundo.
 

Ciencia.

"... el mundo cerrado, ordenado y jerarquizado de la antiguedad y del medioevo es reemplazado por un universo abierto e infinito que puede ser indagado por la razon para descubrir sus mecanismos. esto es posible porque ya desde los fines de la edad media se iba produciendo una separacion entre la fe y la razon. Ciencia Contemporanea una serie de acontecimientos cientificos rompe con la ciencia moderna. estamos inmersos en la actualidad en una nueva revolucion epistemologica..."

Diego Pintle :)

Ciencia contemporanea: su Exclusión social

Todos nosotros hemos sido educados en la idea de que la ciencia es la forma de conocimiento del mundo que inevitablemente lleva a descubrir verdades, derribando así el oscurantismo de otras tradiciones basadas en la fe y el dogma. De la misma manera, se nos ha educado para pensar que esta característica de la ciencia proviene de su método de conocimiento, basado en la recolección de datos, formulación de hipótesis y su verificación experimental. Y también se dice que para que la tarea de la ciencia pueda ser llevada a buen término, es necesario que los científicos sean personas objetivas, desprejuiciadas, libres de todo apasionamiento personal (como no sea el del conocimiento mismo) y neutrales.

Así, la ciencia aparece como una actividad privativa de ese tipo de personas, no como una actividad que pueda ser compartida por el conjunto de la sociedad, pues la mayoría de sus integrantes viven una existencia demasiado arraigada en el prejuicio y la ideología como para poder observar a la naturaleza "tal como es".



Diego Pintle.